sábado, 25 de enero de 2014

25 de enero


Llega la tarde. Acompaño a Octavio a recoger, por el Aeropuerto, el amplificador que se había descompuesto y que un técnico de Bellas Artes arregló. De ahí nos vamos al ensayo. Muestro las fotografías que nos tomó Juan Carlos.

Transcribo un fragmento de los diálogos que se dan en el ensayo:


Octavio: Nos callamos todos en… Se queda la guitarra.
Óscar: ¡Muy bien, pendejo! ¡Vaya!

Tocamos. Nos detenemos.

Óscar: ¿Qué pasó?
Octavio: Yo digo que fueran prendiéndose desde…
Óscar: …la segunda.
Octavio: No. Desde la primera…
Jorge: Sí, porque…
Óscar: Bueno. Sale.


Tocamos. La terminamos.

Óscar: ¡Está poca madre!
Gerardo: ¿No han visto las guitarras… así, como amplificadas?
Octavio: ¡Sí! ¿Y no las has visto cuando las enceitan, digo, las engrasan?
Agustín: Las aceitan.
Octavio: ¡Eso! ¡Qué pendejo! Apúntalo para nuestro video-rock. ¿Cuál?
Agustín: Estoy cansado.
Octavio: Sale.


Tocamos. Nos detenemos.

Octavio: Pérenme tantito, es que… estoy…
Gerardo (bromea): ¡No, cabrón!
Óscar (sigue la broma): ¡Deja de estar…! ¡Oye, después juegas!
Octavio (que no entiende que es broma): ¡No estoy jugando, carajo!

Tocamos. Nos detenemos.

Jorge: Gerardo, toca tus agudos para que no te pierdas.
Óscar: ¡Chopea bien! Es que este pendejo no conoce los términos.
Jorge: Soy músico, no pedero, güey.


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