sábado, 4 de enero de 2014

1 de enero


Miércoles. Me levanto a mediodía, no por flojera sino porque escucho en sueños En la orilla de tu emoción. Creo que me obsesiona, y me preocupa que se vaya a perder. 

Desayuno un bistec, un bolillo, un vaso de jugo de naranja y una taza de café con leche. Termino y me voy al patio de atrás, bajo un Sol rico, a leer el libro que me recomendó mi hermana Beatriz (Un hombre, de Oriana Fallaci).

En la tarde, juego Maratón en Tokio con Gerardo, Marugenia y Juan Carlos. Como a las 6:30, llama Octavio por teléfono, para avisarnos que él y Óscar ya se han puesto en contacto con Ernesto, El Chinchulín: nos ofrece una mezcladora y dos bocinas a bajo precio.

Como a las 8:15 de la noche llego a casa de Octavio, quien me dice que El Chinchulín aún no se ha comunicado aún. A ver si mañana...

Termino el día metido en el libro de Oriana. No puedo soltarlo.

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